[Análisis] Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte

Ratchet y Clank, el lombax y el robot de combate, ya están de vuelta tras el lanzamiento de su último juego para PlayStation 4 lanzado hace ya 5 años. Si bien la icónica pareja no goza posiblemente de la misma popularidad que otras mascotas de la marca de videojuegos que han estado íntimamente ligadas a la primera plataforma de juego de Sony, como por ejemplo, Spyro y Crash Bandicoot (desde hace unos años en manos de Activision, democratizando así su aparición en todas las plataformas), no caben muchas dudas a la hora de señalar a este peculiar dúo como el más popular de la época de PlayStation 2, si se comparan con otras icónicos personajes como sus compañeros Jak o Sly Cooper.

Así pues, Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte, lo nuevo de Imsoniac Games, desarrolladora que lleva trabajando en la franquicia desde sus primeros comienzos hace ya unos 18 años atrás, ya está disponible en exclusiva para PlayStation 5 ofreciendo una experiencia similar a la vista en el juego de 2016, pero con algunos cambios y añadidos que mejoran el producto final, todo esto sin contar las mejoras asociadas a la nueva generación de máquinas, en referencia a la calidad visual, el raytracing, el uso del DualSense, el sonido 3D o la desaparición de los tiempos de cargas, entre otras virtudes únicamente posibles en el hardware actual de la compañía japonesa. Es decir, que resumiendo, Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte es junto a Demon’s Souls y Returnal la mejor excusa que uno puede tener en este momento para dar el salto generacional (siempre que la economía y la escasez de stock lo permitan, claro está), además, de la mano de un viejo conocido que lleva proporcionando alegrías a los jugadores desde PlayStation 2 y que, por ende, posiblemente haya conseguido colarse en vuestras vidas tiempo atrás. ¿Qué mejor que lo bueno conocido?

 

El Dr. Nefarius vuelve a la carga

La historia comienza durante un evento celebrado para conmemorar las hazañas de Ratchet y Clank en su lucha contra el Dr. Nefarius, aunque como era de esperar, todo se trunca rápidamente cuando un grupo de mercenarios ataca a la pareja y el Dr. Nefarius hace acto de presencia para robar el Dimensionador, un arma creada por Clank como regalo para que Ratchet fuese capaz de viajar entre dimensiones y poder así buscar a más lombax. Huelga decir que el villano tiene otros planes en mente mucho menos nobles para el Dimensionador, y es que, cansado de ser incapaz de culminar sus planes de dominación mundial al ser frustrados constantemente por este dúo, decide abrir portales y aventurarse entre dimensiones hasta dar con una en la que haya salido airoso y sea por tanto el amo y señor de la galaxia. Por supuesto, nuestros héroes le persiguen entre dimensiones y terminan en Ciudad Nefarius, un lugar subyugado por el Emperador Nefarius, la contraparte del Doctor que sí ha sido capaz de llevar a cabo su plan de sometimiento planetario. Separados Ratchet y Clank, Rivet y Kit se unirán a ambos para contribuir a derrocar al malvado emperador y a su homónimo, salvando así esta dimensión y, ¿quién sabe si otras tantas?

 

Rivet y Ratchet, más y mejor

El juego divide esta galaxia en diferentes planetas a visitar, aunque en esta ocasión, tanto Ratchet como Rivet se repartirán el trabajo, intentando entablar contacto primero, para después, dividirse las tareas necesarias para ser capaces de arreglar el Dimensionador a la par que ayudan a los habitantes de esta dimensión. Si bien es cierto que la inclusión de Rivet es sumamente de agradecer, puesto que es extremadamente carismática y tiene una personalidad propia y marcada que ayuda a romper la monotonía de controlar siempre a Ratchet, no es menos cierto que a la hora de la verdad esto no se traduce en una diferencia jugable real, puesto que ambos lombax comparten un mismo arsenal y habilidades de movimiento, a excepción de que uno porta una llave inglesa y otra un martillo, que a la postre, viene a ser poco menos que un cambio estético.

A nivel de gameplay, el título es bastante conservador en consonancia con lo visto en el Ratchet & Clank de PlayStation 4. Además del movimiento habitual de correr, golpear o saltar, el combate se sustenta en gran medida en un arsenal bien nutrido de armas entre las que hay viejas conocidas y adiciones propias de esta entrega, todas ellas vendidas por la señora Zurkon (sí, en esta dimensión la familia Zurkon es mucho más pacífica, vende armas y regentan un garito) a cambio de un puñado de Guitones. Posteriormente, pueden mejorarse hasta el nivel 5 a base de darles uso, e incluso desbloquearse un puñado de mejoras siempre y cuando dispongamos de Raritanio para que la señora Zurkon pueda trabajar en ello. Como siempre suele pasar, hay algunas armas que son claramente más útiles que otras, bien por ser mucho más dañinas o por ser especialmente destacables a la hora de crear ayudantes que ataquen junto al lombax o de controlar a multitudes de enemigos. Por cierto, si sois de los que disfrutan completando todo, sabed que hay un par de armas que únicamente pueden adquirirse durante la segunda partida, amén de una que puede proferir unos golpes brutales, que puede adquirirse únicamente mediante la adquisición de una serie de robots coleccionables diseminados por los distintos planetas.

Hablando de coleccionables, puesto que no todo se reduce a diezmar las huestes de Nefarius y bestias autóctonas que salgan a nuestro paso mientras intentamos completar la misión principal de turno, en cada planeta hay una serie de Guitones de oro, piezas de armadura y robots espías que conseguir (amén de unos ositos de peluche que únicamente sirven para lograr un trofeo). Los trajes, que se pueden obtener siempre haciendo unas pruebas en brechas dimensionales, no son meramente elementos estéticos, sino que proporcionan mejoras reales si conseguimos hacernos y equiparnos con las tres piezas que la componen, por ejemplo, asestar golpes físicos más contundentes o reducir el daño de los piratas espaciales/ las tropas de robots de Nefarius.

Por cierto, me alegra comentar que las batallas contra jefes son más numerosas y espectaculares que en el título de PlayStation 4, entre otras cosas porque las más importantes suelen ir asociadas a cambios dimensionales en las que estamos constantemente entre una zona y otra, incluso huyendo a gran velocidad entre raíles, dejando unos resultados muy vistosos y, en definitiva, espectaculares. Eso sí, personalmente os recomendaría subirle un poco la dificultad al juego, puesto que la dificultad media por defecto es excesivamente asequible, diluyendo el desafío más de la cuenta. Igualmente, si queréis echaros un bailecito o poneros a prueba en una serie de desafíos tipo coliseo, no dejéis de visitar el Garito de Zurkie, ya que además de ganar premios mayores como los coleccionables antes mencionados, servirá también para farmear guitones o raritanio en caso de necesidad.

 

Exprimiendo las posibilidades next-gen

Si el Ratchet & Clank de PlayStation 4 ya era una obra más que notable en lo visual, lo de Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte está a otro nivel. No me equivocaría si dijese que posiblemente estemos ante el juego más detallista y hermoso de entre los exclusivos de PlayStation 5. Sí, por supuesto, sin buscar desmerecer a Demon’s Souls y Returnal, creo que por la estética de este juego, mucho más alejado del tono oscuro y realista que buscan las otras dos obras, es más fácil discernir todo el trabajo gráfico que hay detrás, desde el pelaje de Ratchet y Rivet, a los poros de sus pequeños hocicos, pasando por la coloridad espectacularidad del intercambio de disparos de diferentes armas con los enemigos. Sorprende que haya combates en los que estás cambiando de dimensión constantemente, con el cambio de escenario que eso conlleva cada pocos segundos, y que la máquina de Sony no se resienta ni tenga la necesidad de cargar ni un segundo entre parte y parte.

Dicho esto, el juego dispone de lo que parece ser la tónica general de esta generación que prometía los 4k y 60fps, pero que por el momento, parece estar resistiéndose en cuanto a obras creadas específicamente para dichas máquinas. Un modo fidelidad que prima la calidad gráfica por encima de la tasa de frames, ofreciendo unos 4K con ray-tracing a 30fps; otro modo ray-tracing que baja la resolución a los 2K pero a cambio ofrece ray-tracing sin comprometer los 60fps; y una tercera opción similar al modo ray-tracing, pero que desactiva este para dejar una experiencia intermedia que funciona a 60fps y a un rendimiento intermedio entre las dos opciones anteriores. La tasa de frames se mantiene bastante estable la mayor parte del tiempo en cualquiera de sus modos, no obstante, servidor se decantó por el modo ray-tracing, puesto que no quería sacrificar dicha característica y jugar a 60fps me parecía algo innegociable.

Otra marca de la casa propia de PlayStation 5 es la carga ultrarápida, y es que, desde que abres el juego hasta que llegas al menú apenas te toma unos 10 segundos o menos, mientras que el desplazamiento entre planetas no pasa de los 15-20 segundos, y estos son los tiempos máximos de carga que vas a sufrir jugando. Viajar a través de grietas o cambiar entre dimensiones es instantáneo. Es innegable que Insomniac Games ha hecho un magnífico uso del SSD de PlayStation 5 del que tanto ha presumido siempre Sony.

En cuanto al DualSense, pasa un poco más de lo mismo, ya que al igual que en Returnal, está ligado al uso de armas, ya que el juego utiliza tanto la retroalimentación háptica como los disparadores adaptativos con la misma eficacia que la obra de Housemarque, ejerciendo presión a la hora de disparar las armas. No solo sientes cada disparo, sino que además, gracias al altavoz del gamepad, la experiencia se complementa y maximiza para ofrecer un magnífico resultado. El sonido es excelente en términos generales, tanto la excelente actuación de voz en nuestro idioma, con los mismos actores de la entrega anterior, así como la completa banda sonora de la que hace gala el juego. Y, por si fuera poco, el uso de la tecnología de audio 3D de Sony es todavía mejor si puedes complementarla con unos buenos auriculares.

 

Conclusión

Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte se erige por méritos propios como una obra tremendamente disfrutable desde el primer minuto hasta el último, gracias al carisma de la dupla Ratchet y Rivet, así como al enorme despliegue técnico de PlayStation 5, especialmente sobresaliente en todos los ámbitos, desde el espectáculo audiovisual que ofrece, hasta los tiempos de carga prácticamente inexistentes o el completo uso del DualSense. Es cierto que arriesga poco en su jugabilidad, siendo muy continuista en este sentido, pero sinceramente… ¿acaso es necesario? Si algo funciona, ¿para qué tocarlo? Simplemente se añade una capa más de profundidad al combate mediante el DualSense.

¿Hay realmente algo negativo? Bueno, no mucho, menos capaz de empañar el buen resultado general. A título personal, habría agradecido que la duración fuese mayor, pero realmente se mantiene en la media habitual de duración de la franquicia. Igualmente, la dificultad base es quizás más sencilla de lo que debería, por lo que si quieres un mínimo reto (y a menos que decidas jugar en la dificultad más alta puede que ni eso), convendría subir la dificultad. En cualquier caso, tanto si eres jugador habitual de la serie como si es tu primera vez, Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte supone una apuesta segura para nutrir el catálogo de tu PlayStation 5.