[Análisis] Red Dead Redemption 2

[Análisis] Red Dead Redemption 2

Rockstar. ¿Qué se puede decir de Rockstar a día de hoy que no se sepa ya? Se trata sin lugar a dudas de uno de los estudios desarrolladores más importantes del siglo XXI, y no es para menos. Desde la salida del legendario GTA III, no han parado de ofrecernos un título increíble tras otro. GTA Vice City, GTA San Andreas, Manhunt, Bully Obras que a día de hoy se recuerdan como algunos de los mejores títulos del catálogo de las consolas en las que salieron, títulos con corazón y con un espíritu único y revolucionario. Sin embargo, en los últimos años podría decirse que esta se ha dormido en los laureles, y algo que se echaba en falta en esta Rockstar moderna era abandonar esa necesidad de crítica al sistema que acababa cayendo en una sátira. En GTA V, por ejemplo, se expone una historia en la que se busca satirizar el ideal de vida americano, pero no termina de ir más allá de este, mostrando una trama no tan potente como la que años atrás nos habían ofrecido en San Andreas o en Red Dead Redemption. Y si a esto le sumamos que GTA online fue y sigue siendo un éxito, parecía que la época dorada de Rockstar había llegado a su fin. La gente de Rockstar necesitaba romper el mercado. Necesitaban revolucionar la industria. Rockstar necesitaba Red Dead Redemption 2.

Pero volvamos a hablar de épocas doradas, en especial la época dorada del oeste americano. Este es uno de los momentos históricos más interesantes a tratar en ficción. Se trata de una época dura, una época de desarrollo y de cambio aislada del resto del mundo, en la que los saqueos y el miedo eran el pan de cada día. Aunque breve, fue una época legendaria en la que se han inspirado cientos de obras, ya sea literarias, teatrales, o cinematográficas. Y que decir de este último, con grandes obras maestras de la talla de la Trilogía del Dólar del legendario Sergio Leone, o las películas protagonizadas por John Wayne, entre otras cintas destacadas del conocido como “spaguetti western”. Aunque a día de hoy el género se encuentra de capa caída, si que hay que destacar dos joyas, Django Desencadenado y Los Odiosos Ocho, ambas cintas del director estadounidense Quentin Tarantino. Pues bien, de todas estas ha aprendido Rockstar para realizar la que, sin ninguna duda, puedo afirmar que es su mayor obra maestra desde GTA San Andreas. Pero vayamos poco a poco.

1899, Estados Unidos. La civilización americana se encuentra en una época de cambios y avances. Tras una guerra civil y la abolición de la esclavitud, los saqueos y los forajidos se abrieron paso. Sin embargo, con el paso de los años esto se ha ido dejando a un lado, ganando más y más importancia un estilo de vida más civilizado, cercano al de las poblaciones europeas. Una situación en la que las bandas de forajidos cada vez no tienen más cabida, y es aquí donde entra nuestro grupo de protagonistas, la banda de Dutch Van Der Linde, quienes tras un intento fallido de atraco en Blackwater (pueblo localizado al sur de Estados Unidos) huyen de las autoridades buscando un lugar en el que esconderse y sobrevivir. Nuestro protagonista, Arthur Morgan, es uno de los integrantes de la banda más importantes, siendo la mano derecha de Dutch, a quien idealiza considerándolo casi como una figura paterna. Así, la banda de Dutch buscará encontrar un lugar en el que esconderse para poder llevar a cabo ese ansiado “último golpe” y poder huir lejos del país.

Puedo decir, sin temor a equivocarme, que nos encontramos ante una de las historias más profundas y bien llevadas que he visto en años. El ritmo es muy lento, especialmente al comienzo, pues el juego necesita ir despacio, presentando poco a poco a los personajes, la situación y, especialmente, el mundo en el que todo se desarrolla. La trama, dividida en 6 capítulos (además de dos epílogos), narra no solo la historia de como la banda busca escapar de esa persecución constante, si no que va más allá. Es la historia de auto descubrimiento de Arthur, quien poco a poco irá conociéndose a sí mismo y dejará de actuar según los dictados del resto. Arthur es uno de los personajes más carismáticos y reales que se ha visto en la industria. Cada acción la sentimos como nuestra, y a lo largo de la historia la progresión del personaje se siente personal, como si nosotros también estuviéramos atravesando ese camino de superación. Pero Arthur no es el único personaje interesante del juego, no, y es que a lo largo de las más de 60 horas de duración de la historia principal nos iremos encariñando con todos y cada uno de los integrantes de la banda de Dutch: Sean, Charles, Javier, Abigail, Lenny… Todos tienen su momento de gloria, y dejan de ser simples peatones para convertirse en una parte muy importante de la trama y de la historia de Arthur. Aunque sí que hay que destacar a algunos de estos, pues tienen una evolución cercana a la del protagonista. Estos son Dutch, John y Sadie, y es que mientras que en el primero podemos observar su caída como líder (su evolución os dejará con la boca abierta, os lo aseguro), con John y Sadie podemos ver algo similar a Arthur, y es que son personajes que progresan, que abandonan el estereotipo y se esfuerzan para abandonar ese estilo de vida de una vez por todas.

Como antes mencioné, su comienzo es bastante lento, y si alguien viene buscando tiroteos desde el principio, no los va a encontrar. El juego necesita tomarse su tiempo, y ofrece misiones tan sencillas como ir a pescar con Jack, llevar a las chicas de la banda a comprar a la ciudad o emborracharse en el salón con Lenny (el juego sabe mezclar de manera excelente el humor con la tensión). Sin embargo, y por extraño que parezca, todas estas misiones son muy entretenidas e interesantes, pues todas ellas tienen un motivo de ser y aportan variedad al título. Pero no os preocupéis todos aquellos amantes de los tiroteos, pues a partir del segundo capítulo estos aumentan considerablemente, y algunos de estos son impresionantes. La música, el angulo de la cámara, la iluminación, la narrativa… todo se une para ofrecer misiones únicas e irrepetibles, que querréis repetir una y otra vez.

Pero, ¿qué sería de una buena historia sin una jugabilidad a la altura? Y lo está, vaya si lo está. El esquema de control es bastante similar al de anteriores juegos de Rockstar, y además de que es muy intuitivo y cómodo, en todo momento salen en pantalla el posible uso de los distintos botones del mando. Como principal novedad, el título cuenta con un sistema de acciones que permite interactuar con los diversos personajes que encontremos. Para ello, nos debemos centrar en un personaje pulsando R2 y pulsar el botón que se corresponda con aquello que queramos hacer o decir. Esto abre las puertas a una gran posibilidad de conversaciones y acciones, llegando a influir todo en Arthur, pues cuenta con un medidor de karma que influirá en la historia principal. Ser un despiadado forajido o un buen cowboy, todo depende del jugador y sus acciones. Además, la progresión del protagonista no será solo narrativa, si no que también se dará en el ámbito jugable, pues cuenta con una serie de atributos (como la energía o la vida) que irán mejorando con el paso del tiempo. Conforme nos ataquen o nos cansemos, estos medidores de atributos se irán agotando, por lo que será necesario utilizar objetos para poder reponer fuerzas. Esto no solo se aplica al protagonista, ya que nuestro caballo (os encariñaréis con él, os lo aseguro) también cuenta con estos medidores. Todo esto otorga un componente RPG al título que le sienta de lujo.

Los tiroteos están muy refinados, y se nota que desde Rockstar han cogido mucha inspiración de Max Payne 3. A pesar de que hay una especie de auto-apuntado (que puede quitarse en cualquier momento), esto no asegura acertar siempre. Disparar en RDR2 no es sencillo, al principio cuesta acostumbrarse al manejo de cada arma, desde la rapidez y corta distancia de un revólver, hasta la precisión y larga distancia de un rifle. Es cierto que la variedad de armas no es muy extensa, pero sí que da gusto manejar con soltura cada tipo de arma disponible. Arthur contará con espacio para llevar dos armas de tamaño reducido, como revólveres o pistolas, y dos armas de mayor tamaño, como rifles o escopetas. También hará uso de diversas armas secundarias, como el lazo (esencial para ciertas misiones y especialmente cómodo de usar) o la dinamita.

Por otro lado, se ha refinado el sistema Dead Eye, que permite ralentizar el tiempo para poder llevar a cabo disparos más precisos y exactos. Conforme avanzamos en el juego este sistema mejorará, pudiendo marcar un número mayor de enemigos y ver las partes del cuerpo en las que los disparos pueden ser letales. Todo esto le añade una mayor profundidad a los disparos que diferencia al título de otros juegos de la competencia. Pero no todo consiste en cabalgar y disparar, pues la vasta región estadounidense está plagada de desafíos y minijuegos, tales como partidas de póker o pesca. Realmente es muy difícil llegar a aburrirse en RDR2, y para nada acaban haciéndose repetitivas sus mecánicas (aunque bueno, quizá habría añadido el viaje rápido antes en la aventura, pues este se desbloquea tras completar los 6 capítulos principales).

El apartado gráfico es apabullante, y está realmente refinado, mostrando algunos de los paisajes más bellos que haya podido ver en un videojuego. A esto hay que sumarle que no solo son hermosos, si no que su línea de dibujado es vasta, y todo lo que se ve se puede visitar. Es imposible no quedarse boquiabierto al entrar por primera vez en Heartlands, o cuando observamos Armadillo desde la distancia, con los cambios que conlleva cada uno de estos lugares, pues hay zonas de extensos prados verdes, lúgubres pantanos o interminables desiertos. A lo largo de la aventura visitaremos aproximadamente 5 pueblos principales, no muy grandes pero con un nivel de detalle impresionante (gracias al ciclo día y noche, los ciudadanos tienen su propio esquema de actuación según la hora del día que sea), pero el colofón lo encontramos cuando, aproximadamente a mitad de la aventura, llegamos a Saint Denis, una ciudad con todas las de la ley en constante expansión. Es increíble que desde Rockstar hayan podido construir tal ciudad con tanto detalle en un ya de por si extenso y detallado mapa, y de verdad, cuando la vi tuve las mismas sensaciones que cuando visité por primera vez Novigrado en The Witcher 3. Si pensabais que Rockstar volvería a hacer un mapa algo vacío como ocurrió con GTA V, os equivocáis.

Pero el altísimo nivel de detalle que caracteriza al título no solo lo encontramos en los paisajes y ciudades, no, si no que también podemos ver como, por ejemplo, las armas se desgastan con el uso y se ensucian y oxidan, lo que hará que se puedan encasquillar las balas y puedan fallar más los disparos. Para evitar esto, será necesario conseguir aceite para armas y limpiarlas adecuadamente. Otro ejemplo es que si nos disparan a la cabeza pero no nos dan, nos tirarán el sombrero, que será necesario recoger del suelo. Y otro ejemplo más, por qué no, es que cuando entramos a una tienda podemos coger directamente los productos de las estanterías y pagarlos, sin entrar en ningún tipo de menú. El realismo es uno de los motores principales del título (tan solo hay que ver ese perfecto cielo nocturno), y nos lo demuestra con detalles tales como estos.

Aunque no todo es perfecto. Hay ciertas texturas, especialmente en el pelo de los personajes y en las hojas/hierba que acaban viéndose algo raras, y el juego no está libre de bugs. Hay una buena ración de glitches y errores propios de cualquier producción de Rockstar, pero por suerte no terminan de arruinar la experiencia en ningún momento.

La banda sonora es ideal, es magnífica, de una calidad sobresaliente, como si el mismísimo Ennio Morricone la hubiera compuesto. Esta no suena a todas horas en el título, pues no es necesario ya que el silencio juega un papel fundamental. Pero cuando suena… consigue que momentos ya de por sí bastante impactantes se conviertan en momentos legendarios, adaptándose a estos de manera inigualable y perfecta. Toda la BSO coge una muy fuerte inspiración de las obras del antes mencionado compositor italiano y de otros compositores ligados a los “spaguetti western”, y os aseguro que se os pondrá la piel de gallina al escucharla por primera vez. Además, hay ciertas canciones con letra que suenan en ciertos momentos de la trama y que son la guinda del pastel, aportando todo un nuevo nivel de profundidad a las escenas en cuestión. Es todo algo cliché, por supuesto, pero juega con ello para ofrecernos una de las mejores bandas sonoras que se han visto en un título de la actual generación. Si no me creéis, tan solo hace falta que escuchéis, por ejemplo, la melodía de la misión “Jim Milton cabalga de nuevo”, que tenéis a continuación:

 

Red Dead Redemption 2 se alza como el juego más pulido y personal de todo el catálogo de Rockstar, una obra que se ha estado construyendo durante 5 años y que ha merecido absolutamente la pena. Se trata de una evolución total de la forma de narrar y plasmar una historia dentro de un videojuego, y sin duda un título que llega para alzarse como uno de los mejores juegos de la generación y de, por qué no decirlo, la historia. Jamás había visto que en un triple A de tales magnitudes se diera lugar a tratar ciertos temas con tanto respeto, como es el caso de las tribus indias en el último tramo del juego. ¿Supera a su antecesor? Sinceramente, no creo que sea justo compararlos, pero sin duda es uno de los mejores ejemplos de evolución y progreso en toda la industria. Obviamente, el juego no está libre de pequeños errores, como los antes mencionado errores gráficos y bugs o ciertas incoherencias que son difíciles de evitar en un juego de mundo abierto (como poder ganar mucho dinero, pero que Dutch no lo tenga en cuenta para usarlo en vez de robar más bancos y tal), pero al fin y al cabo son errores que no acaban de arruinar una de las experiencias más únicas e irrepetibles que se han visto nunca en la industria. Como fan de Rockstar, que ha disfrutado la gran mayoría de títulos que ha lanzado a lo largo de los años, he de decir que ningún juego había logrado superar las emociones y sentimientos que generó en mí GTA San Andreas. Pues bien, puedo decir que por fin hay un título que no solo lo iguala, si no que llega a superarlo. Muchas gracias a todo el equipo detrás del título, equipo que merece un buen descanso y unas mejores condiciones laborales de cara al futuro. Mil gracias por la obra maestra que es Red Dead Redemption 2.

Antonio Gallardo

Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.