El caso, es que Wii U no funcionó del todo bien en cuanto a ventas, de hecho, es la consola menos vendida de Nintendo, con ventas todavía más discretas que GameCube, la segunda con peores cifras de venta dentro de Nintendo. Y ojo, aquí hay que matizar, pues que las ventas no sean las deseadas por la compañía, no es lo mismo que decir que la consola fue un fracaso (más allá del tema de ventas, claro está), ya que Wii U fue una magnífica consola con un catálogo interesante de títulos. Esta máquina fue la que propulsó el retorno de grandes sagas ya abandonadas, como Bayonetta con Bayonetta 2 (con una tercera entrega a punto de salir al mercado), o Project Zero/Fatal Frame con Project Zero V: Maiden of Black Water, que hace poco democratizó su salida a otras plataformas con suficiente éxito como para que Koei Tecmo anunciase hace pocos días el lanzamiento en Occidente de Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse, videojuego de la franquicia que nunca salió de Japón. Igualmente, esta consola sirvió para ver a una Nintendo mucha más abierta a otras compañías, llegando a trabajar codo con codo con empresas externas como Koei Tecmo (Hyrule Warriors) o Atlus (Tokyo Mirage Sessions #FE), algo que parece estar volviéndose más habitual con la generación de Nintendo Switch. Por otro lado, es complicado pasar por alto el lanzamiento de grandes first-party como Mario Kart 8 o Xenoblade Chronicles X, aunque también es importante resaltar algunos desarrollos nuevos como Captain Toad: Treasure Tracker y, especialmente, Splatoon.
Splatoon supuse una revolución en el género shooter, algo nunca visto desarrollado por uno de los equipos internos más jóvenes de Nintendo, savia nueva que sin duda, consiguió crear una IP divertida y adictiva que se alejaba enormemente de las propuestas vistas hasta el momento, dominadas en gran medida por Call of Duty y compañía. Este juego, algo parco de contenido en su lanzamiento inicial, se convirtió rápidamente en una sensación, especialmente en Japón, donde la franquicia goza de su mayor éxito en ventas. Sin esperarlo, lo que a priori a muchos les parecía una IP para rellenar catálogo, de pronto se había convertido en uno de los grandes iconos de Nintendo, al nivel de prácticamente codearse con las grandes estrellas de la marca, como Super Mario o Zelda. Hoy, siete años después del lanzamiento de la primera entrega, ya hay tres videojuegos de la serie en el mercado. Hoy, como ya habréis adivinado, vengo a hablar de Splatoon 3. ¿Listos para entrar en Tintelia?
Modos de juego: Historia – Ayuda al Comando Branquias a salvar Alterna
Al igual que sus dos predecesores, Splatoon 3 cuenta con, además de su endiabladamente divertido modo en línea, una especie de modo campaña para jugar en solitario que sirve de introducción. La historia, una vez más, vuelve a centrarse en el robo del Gran Siluro, aunque esta vez no parece que DJ Octavius haya sido el culpable de su desaparición, por lo que, ¿tendrán algo que ver los octarianos con todo esto? Sea como fuere, es nuestra misión ayudar al Comando Branquias con dicho problema, a la vez que intentamos descubrir más sobre una extraña sustancia que está por doquier, y salvamos al Capitán Jibión, que se encuentra en paradero desconocido. No obstante, en nuestro camino se interpondrá el nuevo Clan Surimi, que con intenciones puramente económicas, intentarán evitar que nos hagamos con los tesoros de Alterna… aunque esa nunca haya sido nuestra meta.
El modo historia, vuelve a ser una forma perfecta de realizar diversos tutoriales muy amenizados. Hay unas cuantas fases dispersas por cada una de las islas que componen Alterna, cada una ofrece un reto diferente y permite afrontarlos con distintas armas, lo cual ayuda en gran medida a que los jugadores puedan interactuar con todas ellas y aprender más antes de lanzarse de cabeza a experimentar el modo online. Hay pruebas de precisión, de salto, de intentar llegar hasta el final gastando la menor cantidad de tinta posible; y otra serie de desafíos que, además de mantenerte entretenido y aportarte un mayor bagaje, permiten que ganes caviar rojo, imprescindible para poder deshacerse de la extraña sustancia que bloquea los lugares de las islas. Asimismo, este permite conseguir diversos coleccionables, desde discos dorados (banda sonora) hasta pergaminos (historia sobre el juego), pasando por cupones para canjear por comida en el lobby de las batallas online, hasta adornos para la taquilla.
Modos de juego: Online, Salmon Run y Lucha Carterritorial
A nivel de mecánicas jugables, Splatoon 3 se mantiene asentado sobre las mismas bases que el título original, que a su vez fue seguido por su segunda entrega. Elige equipamiento para tu Inkling, utiliza tu arma favorita, y lánzate a las batallas online de equipos de cuatro contra cuatro para entintar el mapa y acabar con tus rivales, siempre haciendo un uso inteligente de tu tinta, a la vez que utilizas tu granada arrojadiza y tu habilidad especial asociada al arma. Claro, hay más modos, por supuesto, pero esta es a grosso modo la propuesta. La cosa es, ¿para qué vas a tocar algo si ya funciona? Esto es lo que han debido pensar desde las oficinas de Nintendo, pues Splatoon se ha convertido en esa saga que puede funcionar con el paso de los años simplemente con añadir algún que otro modo, escenarios y algunas armas. Esto, por supuesto, dividirá a la comunidad de jugadores, igual que con otras propuestas como Call of Duty, Pokémon, Fifa o Assassin’s Creed, por dar algunos ejemplos. Obviamente, la comparativa a nivel de cantidad de entregas en este punto es odiosa, pero es cierto que dichas franquicias, vuelven prácticamente de forma anual para ofrecerte lo mismo pero con pequeños añadidos aquí y allá. ¿Tenía realmente sentido un Splatoon 3 cuando Splatoon 2 está disponible ya en la misma plataforma? Es decir, Mario Kart o Super Smash Bros, franquicias de Nintendo con un alto componente en línea, disponen de una única entrega por generación (a esperas de ver si Mario Kart 9 será o no una realidad en Nintendo Switch algún día). ¿No habría sido mejor un pase de expansión o DLC que hubiese agregado los nuevos modos y armas? Algo similar a lo que la compañía hizo con Mario Kart 8, agregando gran cantidad de contenido posterior al lanzamiento. Sea o no mejor opción, Splatoon 3 es nuestra realidad, para bien y para mal.
Splatoon 3 se desarrolla en la región de Tintelia, un lugar que hace las veces de base para lo habitual, es decir, ir al lobby multijugador y hacer las compras de armas, equipamiento y demás. Desde aquí, invertiréis la mayor parte de vuestro tiempo en el online, en buena medida en los combates territoriales amistosos, para aquellos que buscan el juego más desenfadado; o pasando directamente a los combates caóticos con rango que rotan entre diferentes modos (pintazonas, pez dorado, asalto almeja y torre), mediante los combates formales (en los que habrá que ganar cinco combates para triunfar, quedando fuera si pierdes tres) o los combates informales (estos se juegan como un único combate). Por otro lado, se mantienen los combates privados, que permiten a los usuarios jugar con amigos determinando el modo y las opciones que consideren oportunas, amén de permitir el juego local mediante El Remolino. Volviendo al tema de jugar con amigos y conocidos, esto es posible en todos los modos excepto en el combate caótico formal.
Por otro lado, vuelve una de las grandes novedades que introdujo Splatoon 2 en su momento, Salmon Run, el modo cooperativo por excelencia en el que cuatro jugadores se unen para derrotar a los salmónidos mientras intentan llenar su nasa de alevines de estos seres. Por supuesto, esto no será tarea fácil, ya que habrá que lidiar con estos monstruosas oleadas de seres marinos durante tres rondas, mientras luchamos no solamente por los alevines y por el caviar rojo que los salmónidos dejan caer al morir, sino también por conservar nuestra vida en una carrera contrarreloj, ya que la derrota de todo el equipo supondría un Game Over. Por el camino, habrá que luchar contra una variedad de interesantes rivales que mantendrán a todo el grupo atento, pues cada uno se derrota de forma diferente. Además, hay algunos eventos que pueden darse durante nuestro trabajo para Don Oso, pues la noche favorece a los salmónidos haciéndolos más peligrosos. Al final, una vez acabado el trabajo, es posible que recibáis la desagradable visita de Salmonote, un salmónido colosal que hace las veces de jefe final antes de terminar nuestro trabajo.
El último modo de juego, este ya más alejado de todo lo que representa Splatoon, es una suerte de minijuego de cartas llamada Lucha Carterritorial, añadido en esta tercera entrega. Si bien los motivos de las cartas y del propio juego van ligados al mundo de Splatoon, representando armas, ataques especiales y otras cosas, el juego enfrenta a dos jugadores a utilizar sus cartas de forma inteligente para rellenar una cuadrícula similar a la de Tetris pintándola de su color, imponiéndose al final al rival habiendo conseguido pintar más que este con nuestro mazo. Así pues, los jugadores podrán entintar de diferentes formas según las cartas que vayan utilizando, además de poder cargar energía y liberarla en un devastador ataque especial que puede ayudar a decantar la balanza de su lado. Asimismo, el juego ofrece distintas formas de conseguir sobres de cartas para ir personalizando y mejorando nuestro mazo inicial.
Por último, aunque bien no sea un modo de juego per se, ya que son eventos temporales que se desarrollan de forma similar al resto de combates online, una vez más volverán los míticos Splatfest, festivales de fin de semana en los cuales, los jugadores deberán decidirse por un bando relacionado con una temática dada por la propia Nintendo. En esta ocasión, el primero está a punto de llegar, y el tema será: «¿Qué te llevarías a una isla desierta? ¿Herramientas, comida o pasatiempos?». Este festival tendrá lugar desde el sábado 24 de septiembre a las 02:00, hasta el lunes 26 a las 02:00 (horas peninsulares).
Novedades: Clan Surimi, armas, taquillas y más
Otro habitual de Splatoon viene con el cambio de banda principal, ese grupo de anfitrionas que acostumbran a dar las noticias del juego cada vez que lo iniciamos. Si en Splatoon teníamos a las Calamarciñas, el grupo formado por Mar y Tina, mientras que en Splatoon 2 este papel recaía en las Cefalopop, conformado por Perla y Marina, en esta ocasión el Clan Surimi se encarga de recoger el testigo, un grupo compuesto por Megan y Angie, al que se une su compañero Rayan, una mantarraya. Así pues, este grupo será el encargado de organizar también los Splatfest en Tintelia, además de hacer acto de presencia en el modo historia.
Las armas y la personalización, siempre han sido uno de los más grandes pilares de la serie, y en esta ocasión, vuelven una gran cantidad de armas ya vistas de los dos títulos anteriores, a la par que se suman algunas nuevas como los arcos, en forma de Arcromatizador triple, el cual permite disparar hasta tres proyectiles una vez cargado al máximo; o el Azotintador brisa, una especie de rodillo pequeño que se esgrime de forma similar a una espada, disparando tinta hacia la lejanía, especialmente si se recarga antes de lanzar. Por otro lado, se suman también unas cuantas habilidades especiales, como el Flotiburón, que hace emerger a un tiburón del suelo sobre el que cabalgaremos, hasta que decidamos que es momento de explotar durante su recorrido. Por supuesta, huelga añadir que no es el único, pues el Dispensabebidas o el Emiteondas también se suman a las posibilidades de los Inkling. A esto, se le suman también algunas mejoras jugables como saltar desde la tinta o emerger de una pirueta. Como colofón, se añaden algunos escenarios propios de Tintelia como: Desfiladero Fumarola, Callejones Crustáceo, Desguace Mero, Cisterna Navajuela o Mercado Lenguado, a la vez que se mantienen otras zonas de Splatoon y Splatoon 2.
Splatoon siempre ha apostado con fuerza por la personalización, al menos en cuanto a vestimentas se refiere. Vuelven las tiendas de armas, accesorios, ropa y calzado, a la cual se suma Miscelánea Abisal, la tienda regentada por Armonía que vende diferentes objetos para exponer en nuestra taquilla personal, así como pegatinas y otros objetos similares. Desde el lobby online, es posible modificar nuestra propia insignia cambiando el fondo, las chapas que les asignamos y, por último, el alias, que permite escoger entre dos títulos para conformar uno final. Por otro lado, la posibilidad de personalizar la taquilla con objetos comprados a Armonía u obtenidos en el modo historia, permite que fardemos ante todos aquellos que quieran echarle un vistazo a nuestra taquilla, exhibiendo pegatinas, armas, equipamiento y objetos decorativos.
En el vestíbulo se ofrecen algunas opciones más, aparte de la ya mencionada taquilla. Desde entrenar pintando y derrotando monigotes, hasta invertir algunas monedas (o caracolas si estamos en un festival) en una máquina de gachapones para conseguir diversos premios. Asimismo, es posible tomar un refrigerio si contamos con los vales adecuados (en el modo historia es posible hacerse con algunos), lo cual aumentará el dinero ganado en combate, la experiencia, mediante el consumo de diferentes comidas. Por supuesto, también es posible tomar bebidas y ganar así algunos bonus durante nuestros combates.
Conclusión
Splatoon 3 es la mejor versión de Splatoon hasta el momento, pues mantiene su fórmula divertida y funcional, a la vez que añade un poquito de contenido por aquí y por allá para ofrecer algo más en relación a sus predecesores. Sí, lo sé, es posiblemente una frase algo manida y poco inspirada, pero no deja de ser la realidad. El primero fue el que lo inició todo, el que tomó los riesgos y sentó las bases, pero hablar de Splatoon y Splatoon 3, es como hablar de Dark Souls y Dark Souls 3, pese al cariño especial que pueda tenerle al primero, que sabe Dios que se lo tengo, el tercero no deja de ser una mejora exponencial que, sobre la misma fórmula, toca lo necesario por aquí y por allá para pulir todavía más la experiencia. ¿Es posible que esta aseveración pudiese replicarse cuando en un futuro saliese al mercado Splatoon 4? Claro, es muy posible.
Dicho esto, tengo mis dudas sobre el rumbo de la serie, como ya expuse en un primer párrafo al hablar de los diferentes modos de juego. Splatoon y Splatoon 2 eran esperables, pues son dos juegos en diferentes consolas, pero… ¿Splatoon 3? No creo que nadie se esperase eso. ¿Por qué no mejor un único Splatoon por videoconsola que se actualiza vía DLC o pase de expansión? ¿Es realmente necesario y justificable volver a pasar por caja y pagar un lanzamiento cuando los añadidos son menores? No intento criticar a Splatoon, hay muchas sagas que viven de hacer esto año tras año, y entre Splatoon 2 y Splatoon 3 han pasado cinco años, pero este rumbo me genera cierta desconfianza, personalmente no quisiera que Splatoon se convirtiese en una franquicia con dos o tres juegos en cada generación de consolas. ¿Habrá Splatoon 4 en Nintendo Switch? Viendo lo visto, si la consola dura en el mercado lo suficiente, que las buenas ventas auguran que así será, no lo descartaría…
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.