MANDRAGORA
Fecha de Lanzamiento
17/04/2025
Distribuidora
Knights Peak
Plataformas
PlayStation 5, Xbox Series y PC
Versión analizada
PlayStation 5
Es frustrante ver cómo un género que te interesa genuinamente te queda lejos por detalles (los detalles: ser malo en ello) y no puedes o no te sale a cuenta jugarlos, y es que yo por ejemplo como digo siempre soy un negado para los soulslike, lo he intentado con Dark Souls, con Elden Ring, con Demon’s Souls… pero no el género no es para mí, aunque mira que me gustan.

Por suerte, el mundo de los videojuegos nunca avanza en línea recta y está constantemente abierto a la hibridación por lo que es cada vez más común ver cómo un videojuego no se cierra a un solo género, como es el caso del reciente Look Outside (el cual analizamos en nuestra web) que junta el survival horror con el combate RPG o The Hundred Line: Last Defense Academy (también con nuestro análisis dedicado) con su hibridación entre visual novel y TRPG que ya avanzó, por ejemplo, Digimon Survive (¿lo adivinas? También con análisis por nuestra parte).

Y bien, volviendo a los soulslike, vamos a hablar hoy de un juego que hibrida el género parido por From Software con el metroidvania: Mandragora: Whispers of the Witch Tree, siendo este el cuarto juego de Primal Game Studio, publicado por Knight Peak.

 

En nombre de la Inquisición

Como siempre, empezaremos hablando de la narrativa del juego pues, como en la mayoría de los metroidvania modernos, esta se presenta de manera tanto directa como incrustada, es decir, que contaremos con una línea narrativa de base que se irá expandiendo según vayamos haciendo las misiones principales pues estas nos fuerzan a conversar con los distintos NPC, pero si queremos saber más acerca del mundo que nos rodea y su lore deberemos recoger distintos objetos y hablar con NPC secundarios que nos hablen de ello.

Hablando ahora propiamente de la historia, Mandragora nos pone en la piel de un inquisidor en Faelduum, una región conquistada por los monstruos carcomidos por la corrupción causada por la Entropía que está agonizando a todo ser viviente. Así, nos ponemos en la piel de un valiente inquisidor que, tras matar a una bruja en una ejecución pública, el alma de esta llega hasta él y se mete en su cabeza, al parecer sin muchas consecuencias… pero claramente esto no será tan simple.

Al haberlo visto todo el mundo, el sacerdote debe apaciguar a aquellos que creen que la bruja le ha poseído, por lo que proclama que Dios nos ha permitido robarle los poderes a la bruja tras exorcizarla, limpiando la corrupción de su alma con la nuestra; esto funciona y con ello da pie nuestra peligrosa misión, pues le debemos la vida ahora a quien mintió al pueblo por nosotros: debemos acabar con la Entropía. Bueno, primero nos manda a cazar otra bruja, pero ya sabéis como va esto de los jueguitos, así que tampoco vamos a camuflar que nos piden que salvemos el mundo.

De este modo, en Mandragora nos enfrentaremos a una trama oscura que hace muestra constante de los privilegios del poder y la escala social, a la par que la corrupción del alma, no por la propia Entropía, sino por el miedo, la ignorancia y por quienes saben sacar provecho de estas; en resumen, podemos destacar una gran construcción narrativa ambientada en el medievo.

 

Combate por encima de exploración

En el caso de Mandragora encontramos que se centra más en el apartado soulslike (autodenominado por ellos en Steam, conste, no es cosa mía) al ofrecer una cantidad mucho mayor de la habitual de combates contra jefes y minijefes (especialmente estos, que pese a reciclarse más de lo deseado no se hacen repetitivos), teniendo siempre uno aunque nos encontremos en una zona pequeña.

Este combate se ve limitado por la presentación de Mandragora como un producto de desplazamiento lateral, pero logran adaptar el combate a ello simplificándolo de manera que solo tres botones se usan para combatir (ataque, magia y «poder especial»), y a ello se le suma el uso de objetos en atajo y habilidades especiales, y aunque no hay presencia de combos de ataque tampoco se siente como si se necesitasen.

Es así que nuestras peleas en Mandragora se verán reguladas por tres barras (dos si no cogéis una clase con magia): la vida, la estamina y el maná, siendo la estamina el punto principal pues está se mueve muy rápido, tanto para el desgaste como para la recuperación, por lo que para la gestión de ataques y esquivas será vital tenerla en cuenta; y es que es fácil que después de realizar un combo de cuatro ataques básicos nos demos cuenta de que no nos llega para esquivar, o al contrario, que tras hacer dos o tres esquivas seguidas no nos dé para atacar.

Aunque la capacidad de la barra de estamina, de nuevo, es dependiente de la clase que escojáis, yo elegí Belladona para mi aventura en Mandragora, porque priorizo tener daño y moverme bien, pero todo dependerá de vuestro playstyle preferido, habiendo seis clases distintas que hibridan bien entre los distintos apartados. No obstante, Mandragora permite que a través de su árbol de habilidades (y una vez alcancemos altos niveles) nos desarrollemos también en otras clases.

El árbol de habilidades es bastante decente pero tampoco merece demasiada mención ya que este, de manera acertada a mi parecer, no se centra tanto en la obtención de nuevas magias o habilidades sino en la progresión y mejora de atributos, por lo que tampoco tendremos que preocuparnos por ir cambiando de habilidades o magias en cuantía, sino que simplemente veremos cómo nuestro personaje se va fortaleciendo a nuestro gusto.

Los combates de Mandragora en su mayoría están bien equilibrados, aunque no llegan a suponer el desafío que cabría esperar al llamarse a sí mismos un soulslike, y es que la gran mayoría se pueden pasar en un intento (o un par, no muchos más) si estás concentrado y te has ido curtiendo bien tanto en atributos como en equipamiento, aunque el sistema de obtención y crafteo de esto es algo torpe para el poco beneficio real que se obtiene a excepción de los objetos diferenciales.

Y es que, como digo, Mandragora no se centra demasiado en el aspecto metroidvania por mucho que quieran venderlo como tal, y es que pese a que introducen lugares que te dejan claro que invitan al backtracking, este prácticamente nunca es «necesario» para progresar en la aventura, siendo prácticamente una aventura lineal en un mapa al estilo metroidvania.

Ojo, estoy totalmente a favor de los juegos lineales (tiendo a disfrutarlos por encima de los mundos abiertos), pero en casos como Mandragora donde claramente se ve que buscan que el jugador vaya y venga por el mapa, la falta de motivación real para hacerlo termina penalizando el esfuerzo en el desarrollo.

Siguiendo con el mundo y concretamente en el mapa, me ha parecido curioso de primeras y tedioso según avanzaba que no existe un comando directo para ver el mapa, debes entrar al menú de personaje y desde ahí moverte hasta el mapa, y esto ayuda más aún a que no te apetezca explorar, y es que si de por sí no tienes un incentivo suficiente y además tienes que ir entrando y saliendo así del mapa, te acabas conformando con avanzar en la historia principal.

Y ya por terminar con esto, uno de los peores aspectos dentro de la exploración es que Mandragora tiene un nefasto sistema cálculo de daños de caída, y es que son demasiadas las veces que he tenido que volver desde el último punto de descanso a un mismo sitio porque un salto que no debería me ha matado mientras que uno que dices «la he liado», te baja solo media barra; y el problema se maximiza al ser un juego que utiliza en gran cuantía los salientes como método de plataformas.

 

Un estilo artístico que le sienta muy bien

El diseño tanto de escenarios como de personajes en Mandragora me recuerda mucho al visto en No Rest for the Wicked (cuyas primeras impresiones os dejamos por aquí), lo cual no puede ser otra cosa que un halago. El toque lúgubre transmitido tanto por el propio diseño como sobretodo por la paleta de colores y texturas del juego le queda como anillo al dedo, pero si algo debo destacar por encima del resto es el excelente trabajo realizado con la iluminación del título, creando ambientaciones fantásticas y de lo más creíbles, por una razón básica: es increíblemente sencilla y nada pretenciosa.

A nivel sonoro nos encontramos con una banda sonora que favorece muchísimo la inmersión no tanto en el juego per se, pues no considero que logren transmitir la epicidad que sugieren los combates importantes, pero sí que nos trasladan al contexto medieval que propone Mandragora, y el resultado es mucho mejor de lo que esperaba, pues aunque me hubiese gustado un par de piezas más memorables en los momentos adecuados, he sentido que la banda sonora estaba siendo lo que se pretendía.

Además, el diseño de efectos sonoros está muy bien tratado y esto es algo que pequeñas producciones no suelen tener en cuenta, por lo que es de destacar y agradecer; del mismo modo que llevan a cabo doblaje al inglés (al que le reconozco el esfuerzo, pues aunque se entiende perfectamente -especialmente con subtítulos al castellano- se nota que no son angloparlantes) que ayuda a creerte más la historia y sus personajes.

 

Conclusión

No pretendo extenderme más pues si habéis llegado aquí os habéis tragado un texto tremendo, así que, en definitiva, en Mandragora encuentro un juego con un gran potencial que contentará a todo aquel que se haga con él pero que no es uno de esos obligatorios ni como metroidvania ni como acercamiento al soulslike, ya que no logra destacar en ninguno de los dos mencionados (especialmente como metroidvania, siendo más cercano al RPG en lo jugable) por lo que ningún fan acérrimo del género debe tenerlo por puro coleccionismo y complecionismo.

Por tanto, queda en tus manos, si tienes un backlog considerable ya sea del género o en general, no creo que te pierdas demasiado dejando Mandragora para más adelante, pero si tienes la lista medianamente vacía o simplemente te apetece algo similar a lo que se propone, dudo que te arrepientas de darle una oportunidad a lo propuesto por Primal Game Studio.

MANDRAGORA
Sinopsis
Lanza tajos, prende fuego y desata tu ira en Mandragora, una aventura de rol y acción con desplazamiento lateral en 2.5D inspirada en los juegos Metroidvania y Soulslike. Enciende el farol brujo, adéntrate en la Entropía y desgarra el tejido de la realidad.
Pros
Una narrativa sencilla pero funcional con una ambientación medieval fantástica
Un apartado audiovisual que le sienta de maravilla
Combate bastante limitado pero que no echa de menos los combos
Contras
Un sistema de cálculo de daños muy mejorable
Poco incentivo para el backtracking, especialmente al no tener un botón específico para el mapa
7
Recomendado